Contenedores futuristas para las ciudades del presente

“Si los miras bien, son contenedores bonitos, te alegra tenerlos en la calle”. Pocas veces alguien describe así estos elementos del mobiliario urbano, pero el profesor de la Universidad de Málaga (UMA) Enrique Alba no duda en hacerlo, cuando se refiere al producto de la novedosa iniciativa en la que ha participado. Además de catedrático de la Escuela de Informática, Alba lidera el grupo NEO del ITIS (Instituto de Tecnología e Ingeniería del Software) de la UMA. Este equipo de investigación ha jugado un papel determinante en el proyecto ‘Eco-IoT’, que gira en torno a la transformación de los procesos de recogida de residuos, utilizando tecnologías de Inteligencia Artificial y algoritmos matemáticos.

Basta echar un vistazo al prototipo de contenedor resultante de ‘Eco-Iot’ para confirmar que las afirmaciones del catedrático son del todo ciertas. Pero más allá del diseño externo del que le ha dotado la compañía Eurosoterrados, y que delata su objetivo de ser depositario de residuos plásticos, el aspecto más innovador de este contenedor se encuentra en el sistema que esconde en su interior, que se activa en el momento en que el usuario acude a depositar sus desechos.

“El contenedor dispone de un sistema que abre y cierra la puerta para garantizar la seguridad, ya que dentro cuenta con una serie de elementos que comprimen el contenido; esto le permite disponer de más capacidad de la que aparenta, y espaciar en el tiempo la recogida por parte de los cambiones”, indica Alba. “Además, hay instalados unos sensores (fabricados por el instituto CETEM) que envían información de llenado a través de la nube, junto con otros datos como la temperatura a la que se encuentra el dispositivo o el tipo de acción que está realizando en cada momento”.

La información tomada por el plantel de contenedores inteligentes repartidos por la ciudad, va a parar a un servidor local de la UMA, desde donde se generan secuencias temporales de datos: “A través de unos algoritmos de Inteligencia Artificial que hemos creado, y tomando como base esas secuencias de datos, podemos predecir cuál va a ser el llenado de esos contenedores en los próximos días o semanas. Cuantos más datos se recojan, más preciso será el patrón de comportamiento, ya que el sistema va ‘aprendiendo’. Hemos establecido un período mínimo de un año para que este aprendizaje llegue al nivel adecuado.”

La información proporcionada permite diseñar planes de visita de los camiones de recogida para que pasen a vaciar los contenedores solo cuando superen, aproximadamente, el 80% de su capacidad. En el diseño de estos planes entran en juego las matemáticas, al haberse apostado por el uso de algoritmos ‘bioinspirados’ que, apoyándose en la evolución natural de las especies, permiten identificar las rutas más optimas que deben de seguir los vehículos de recogida para llegar hasta los contenedores.

Enrique Alba lo explica de manera gráfica: “Igual que los aviones se inspiran en los pájaros y los barcos en los peces, hay programas de ordenador que, para funcionar, se basan en aspectos como el cruce de cromosomas o las mutaciones. El software con el que generamos esas rutas incluye mutaciones, recombinaciones genéticas o soluciones tentativas para generar un proceso de recogida más óptimo”. Entendiendo como óptimo el hecho objetivo de que,  vaciando únicamente los dispositivos cuando es realmente necesario y trazando itinerarios más cortos para los vehículos, es posible reducir tiempo, además de combustible.  

Esta apuesta por la sostenibilidad no queda aquí, ya que el ‘Eco-IoT’ está basado en un modelo de economía circular que pretende dar una segunda vida a los plásticos desechados, gracias a la colaboración de la planta de reciclaje de ACTECO en Alicante: “Los materiales que se generan tienen, a veces, una mejor calidad que los fabricados en algunas plantas del mundo. Esos plásticos van a parar a grandes firmas de moda en forma de perchas, o incluso a las carcasas de diferentes marcas de televisores.”

Aunque las primeras unidades de contenedores inteligentes comenzarán a ser desplegados en distintos establecimientos hoteleros de la Comunidad Valenciana, a la pregunta de si llegaremos a verlos en Andalucía, Enrique Alba responde que sí con optimismo. Todo dependerá de si, una vez que entren en funcionamiento, cumplen las expectativas con las que ha nacido esta clara apuesta por la sostenibilidad que tiene sello malagueño.