El estudio cuantifica, por primera vez, el impacto económico de los usos actuales y nuevos de esta tecnología, en 2030, en cinco grandes sectores -salud, eléctrico, consumo y medios de comunicación, industrial y financiero-, y en ocho grandes economías -Alemania, Australia, China, Corea del Sur, EE.UU., India, Japón y Reino Unido.